El doctor Pedro López, cerca del lugar donde se pesaba la harina de trigo en la ciudad de México, próxima a la iglesia de la Veracruz, en la casa que fue de Martín de Olarte, fundó el Hospital de los Desamparados con el fin de que en él se recogieran tres géneros de gente que en ningún hospital querían curar: mestizos, mulatos, negros libres o esclavos. También indicaba que en ese hospital se podían curar los españoles desamparados, así como los niños huérfanos, desamparados de sus madres, los "cuales se criaban a costa de la casa, y otros a costa de "personas de caridad".