Inducción farmacológica de un estado de disminución de la consciencia sin que se produzca una pérdida de la misma, pudiéndose despertar al paciente con una llamada o con un leve estímulo doloroso. No debe confundirse el término con el de ansiolisis, que puede realizarse con fármacos, como los barbitúricos y opiáceos, que no presentan esta propiedad.