Calor corporal producido por el metabolismo. Oscila entre límites bastante próximos y existe un ritmo de cuatro fases por día. Las personas con un metabolismo muy activo presentan una temperatura superior a las que lo tienen bajo. Lógicamente, aumenta cuando se hace ejercicio, si bien los mecanismos de pérdida de calor (sudoración y vasodilatación periférica) consiguen que ese aumento sea poco pronunciado. La temperatura cutánea es menor que la de la mucosa oral o rectal, lugares estos donde también se suele colocar el termómetro (36,5, 37,0 y 37,5 respectivamente)