El canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que el país apoyará las negociaciones con la Unión Europea (UE) para el reconocimiento mutuo de vacunas contra la COVID-19 y los certificados de inmunización.

Durante su intervención en el seminario web «La política exterior de Rusia: éxitos, desafíos, tareas y perspectivas», subrayó que, no obstante, la decisión de registrar las vacunas occidentales en Rusia la tomarán las autoridades sanitarias del país.

En tal sentido, citó que Rusia cuenta con un centro operativo dedicado al enfrentamiento a la propagación de los contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, el Ministerio de Salud, la agencia reguladora y para la vigilancia epidemiológica Rospotrebnadzor y otras estructuras.

Lavrov dijo que hasta el momento no se ha registrado un solo caso en que países occidentales solicitaran a las autoridades sanitarias rusas el registro y certificación de sus vacunas, reportó la agencia de noticias TASS.

Denunció que las acusaciones contra Rusia y China sobre el uso de la «diplomacia de las vacunas» para «socavar la reputación de Occidente» se escuchan de manera regular desde Estados Unidos y los países miembros de la UE.

Explicó que cuando Moscú exigió evidencias que respaldaran tales denuncias, señalaron que Rusia habla sobre los problemas enfrentados por vacunas occidentales como AstraZeneca.

«Disculpen, damos estimaciones de las vacunas occidentales únicamente sobre la base de la información que anuncian los medios occidentales» y «nunca hemos socavado de manera pública o en secreto a nadie», expresó Lavrov.

julio 23/2021 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. .

Apenas horas duró la tendencia a la baja en los decesos y los contagios con COVID-19 en África pues el reporte actualizado del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CPCE) portó cifras alarmantes.

Desde fines de la semana pasada las estadísticas sobre el curso de la pandemia en los países al sur del Sahara provocada por el contagio con el SARS-CoV-2 y sus variantes mostraron un marcado camino al descenso, visto con escepticismo por los especialistas debido a la inexistencia de razones que explicaran semejante tendencia.

Las cifras reportadas el viernes por el CPCE parecen darles la razón, ya que los decesos por causas asociadas a la letal dolencia ascendieron en las últimas 24 horas a mil 51 y los contagios a 41 mil 438, cifras similares a las reportadas en los dos meses anteriores cuando comenzó al ascenso persistente en ambos índices.

Así, el acumulado de fallecimientos por causas asociadas a la pandemia llegaron a 161 mil 585 y los contagios a seis millones 371 mil 486, de acuerdo con el cómputo diario de Prensa Latina basado en los informes de fuentes oficiales.

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La pandemia de nuevo coronavirus ha provocado al menos 4 139 040 muertos en el mundo desde que la oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre de 2019, según un balance establecido por AFP este viernes a las 10 H00 GMT a partir de fuentes oficiales.

Desde el comienzo de la epidemia más de 192 534 990 personas contrajeron la enfermedad. La gran mayoría de los enfermos se recupera, pero una parte aún mal evaluada conserva los síntomas durante semanas o, incluso, meses.

Las cifras se basan en los reportes comunicados diariamente por las autoridades sanitarias de cada país y excluyen las correcciones realizadas a posteriori por los diferentes organismos de estadística que concluyen que la cantidad de decesos es mucho más importante.

La OMS estima incluso que si se tiene en cuenta la sobre mortalidad vinculada a la COVID-19, directa e indirecta, el balance de la pandemia podría ser dos a tres veces más elevado que el registrado oficialmente. Una parte importante de los casos menos graves o asintomáticos sigue sin detectarse a pesar de la intensificación del testeo en numerosos países.

El jueves se registraron en el mundo 8 918 nuevas muertes y 566 275 contagios. Los países que más fallecidos registraron según los últimos balances oficiales son Indonesia con 1 566, Brasil (1 412) y Rusia (795).

La cantidad de muertos en Estados Unidos asciende a 610 177 con 34 281 865 contagios.

Después de Estados Unidos, los países con más víctimas mortales son Brasil, con 547 016 muertos y 19 523 711 casos, India, con 419 470 muertos (31 293 062 casos), México, con 237 626 muertos (2 709 739 casos), y Perú, con 195 547 muertos (2 099 522 casos).

Entre los países más golpeados, Perú registra la mayor tasa de mortalidad, con 593 decesos por cada 100 000 habitantes, seguido de Hungría (311), Bosnia (295), República Checa (283), y Macedonia del Norte (263).

El viernes a las 10 H00 GMT y desde el comienzo de la epidemia, América Latina y el Caribe sumaba 1 350 800 fallecidos (39 904 663 contagios), Europa 1 192 243 (57 132 823), Asia 639 858 (43 275 345), Estados Unidos y Canadá 636 703 (35 706 962), África 161 585 (6 371 486), Medio Oriente 156 557 (10 069 896), y Oceanía 1 294 (73 824).

Este balance fue realizado utilizando datos de las autoridades nacionales recopilados por las oficinas de AFP y con informaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Debido a correcciones de las autoridades o la publicación tardía de los datos, el aumento de las cifras publicadas en 24 horas puede no encajar exactamente con los números del día anterior.

julio 23/2021 (AFP) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. .

El Comité Asesor Ministerial sobre COVID-19 de Sudáfrica informó que evaluará recomendaciones para el gobierno sobre una posible revisión de las actuales restricciones socio sanitarias vigentes en el país.

Ante cierta disminución en el número promedio diario de nuevas infestaciones con el coronavirus, el Comité analizará este fin de semana hasta dónde es posible relajar las actuales limitaciones a la vida económica y social.

Esos elementos, afirmó el copresidente de ese grupo, Koleka Mlisana, se sopesarán contra las cifras de admisiones hospitalarias y de muertes relacionadas con la COVID-19, las cuales aún no han comenzado a disminuir.

El pico de contagios de la tercera ola en Sudáfrica, reveló, se alcanzó a principios de este mes.

Cualquier consejo que le demos al ministro de Salud se basará realmente en los datos que estamos viendo en estos momentos, añadió, lo cual sugiere que, en efecto, en lo que respecta a la tercera ola de la pandemia, probablemente ya estemos fuera de peligro.

Al día de hoy, según las autoridades sanitarias, Sudáfrica tiene un acumulado total de dos millones 342 mil 330 personas afectadas por la COVID-19, 14 mil 858 de ellas en las últimas 24 horas.

Los casos de la enfermedad aumentaron un promedio de 12 mil 727 por día durante la semana pasada.

Por otra parte, el Ministerio de Salud reportó la ocurrencia de 433 nuevas muertes la víspera. Esto eleva el número de decesos por la COVID-19 a 68 mil 625.

En estos momentos hay 16 mil 999 personas ingresadas en hospitales de todo el país, dos mil 247 de ellas en unidades de cuidados intensivos, mil 284 bajo respiración asistida.

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La temperatura es de más de 35 grados, pero bocas y narices siguen cubiertos en Madrid. La mascarilla dejó de ser obligatoria en las calles, pero los españoles se aferran a ella mientras algunas regiones buscan volverla a imponer al aire libre ante la explosión de contagios, a contracorriente de otros países europeos.

Katherin Castro, con 18 años y una dosis de la vacuna, va por la calle con ella «por si acaso». Es la imagen de muchos españoles que no quieren desprenderse de la mascarilla, un implemento que se volvió parte de la vida cotidiana desde hace año y medio. «Todavía hay COVID, y aún con vacuna hay muchos contagios», dice.

Con una FFP2 y caminando por una amplia avenida madrileña, Juana Delgado, de 65 años, asegura que lleva la mascarilla «todos los días». «No pienso quitarla de momento», señala, afirmando que solo se siente «segura en casa».

Un mes después de la relajación del uso de la mascarilla en España, pocos la han abandonado, en momentos en que el Reino Unido renunció a ella y en Francia se baraja quitarla para los vacunados en algunos sitios cerrados.

«Nuestras calles y nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal», auguró el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, cuando anunció el fin de su uso obligatorio al aire libre, siempre y cuando se mantenga una distancia de 1,5 metros.

Pero a la luz de la escalada de contagios por la variante Delta, Delfín Rapado, que pasea a su nieta en un cochecito, estima que «hasta que un 80, 85 % de la población no sea vacunada, no debería sacársela».

Actualmente, un poco más del 50 % de los 47 millones de españoles están totalmente vacunados.

Para el sexagenario, que se separa un poco antes de responder a la AFP, «el gobierno se ha equivocado retirándola tan pronto». Para él, el «verdadero motivo era dar una sensación de seguridad para que los turistas [vengan] a España».

Los turistas, precisamente, «no la llevan», se queja Flor Cárdena, de 64 años, quien tiene una tienda en las conocidas Ramblas de Barcelona, enojada al ver pasar a dos personas con el rostro descubierto.

«Yo no me fío. Yo la mascarilla no me la voy a quitar ni cuando se acabe la pandemia, me da igual», acota.

Llegada de Francia en vacaciones, Marie-Hél¨ne Leheley, de 57 años, muestra su sorpresa porque la gente «lleve la mascarilla todo el tiempo».

Las regiones más golpeadas por la nueva ola de contagios, como el País Vasco, Baleares, Andalucía y Cataluña, han pedido al gobierno del socialista Pedro Sánchez que restablezca la obligatoriedad de la mascarilla al exterior. Sin éxito.

Aunque se niega y defiende su decisión, el Ejecutivo ha modificado su discurso.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, recordó esta semana que «las mascarillas siguen siendo obligatorias en nuestro país y solo en supuestos muy concretos, muy determinados, dejan de serlo».

El miércoles, en una votación que aprobó en el Congreso de los Diputados un texto apodado «el decreto de las sonrisas» que ratificó el fin del mandato de usar el tapabocas en todo momento, aliados clave del gobierno se abstuvieron y la oposición de derecha se pronunció en contra.

Elvira Velasco, diputada del Partido Popular (derecha), denunció que permitir no llevar mascarilla al aire libre envía un mensaje de falsa seguridad y «ha contribuido a la situación actual» de aumento de los contagios.

Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología, considera que la mascarilla no debió nunca haber sido obligatoria al aire libre.

«En exteriores bien ventilados, donde no haya acumulación de personas, donde se pueda mantener la distancia de seguridad, nunca ha sido necesario», estima, considerando más bien que la población no ha tenido «conciencia» de las situaciones de riesgo, tanto al aire libre como en las terrazas de los restaurantes.

«El mensaje subliminal» del retiro de la mascarilla, una medida «muy icónica», conduce al abandono de otras precauciones sanitarias, más eficaces, como la distancia social, lamenta.

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Sectores políticos y médicos manifestaron su alarma ante el incremento en Estados Unidos de muertes y contagios entre personas ya vacunadas con dosis de diferentes empresas farmacéuticas.

El diario The Hill indicó que en la última semana ocurrió un alza en el total de fallecidos por el coronavirus SARS-CoV-2 en el país, y el lunes la cifra saltó a 609 mil 21, el martes, 609 mil 231 y este miércoles la cifra reportada fue de 609 mil 529, una subida desde que se emitieron informes de contención de la COVID-19.

En este escenario destacan informes sobre la efectividad de la vacuna de Johnson & Johnson, luego que un reciente estudio sugirió que podría ser menos eficaz para combatir las variantes del coronavirus que otras existentes.

Los resultados sugieren que los fármacos de ARNm, fabricados por Pfizer-BioNTech o Moderna, podrían proteger mejor contra las cepas Delta y Lambda que la vacuna de Johnson & Johnson.

Nathaniel Landau, virólogo de la Universidad de Nueva York, que dirigió el estudio, dijo a The New York Times que los investigadores no desean asustar a la gente para que no se ponga la vacuna Johnson & Johnson, pero dicen que puede complementarse con otra dosis, o con una vacuna diferente.

No obstante, y conociendo la lucha entre las farmacéuticas por el mercado, el problema no parece radica en la efectividad de uno u otro fármaco, estiman informes al señalar que la dinámica de la variante Delta representa tanto lo mejor como lo peor de una pandemia que está lejos de terminar.

Mientras, informes señalan que las alarmas se dispararon en Washington luego que varios funcionarios y ayudantes de legisladores, pese a estar inoculados, dieron positivo al virus.

Según las autoridades médicas la variante Delta está por todas partes en el país y es ahora la responsable de al menos el 83 por ciento de todas las infecciones secuenciadas genéticamente.

Este miércoles el Times informó que mientras el virus resurge, los legisladores republicanos permiten que florezca el escepticismo sobre las vacunas.

Agregó que mientras la variante Delta del coronavirus arrasa con las comunidades conservadoras, la mayoría de los republicanos están reacios a enfrentar la desinformación y el escepticismo sobre la vacuna en su entorno.

Estadísticas citadas por el diario muestran que, a nivel nacional, la media de nuevas infecciones por el coronavirus se disparó casi un 200 por ciento en 14 días, hasta superar las 35 mil el lunes, y las muertes -una cifra que va a la zaga- subieron un 44 por ciento respecto a hace dos semanas.

julio 21/2021 (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. .