Arribaba a la ciudad de Puebla la Real Expedición de la Vacuna, encabezada por Francisco Xavier de Balmis; fue recibida en la garita por el obispo, el gobernador y el cabildo eclesiástico y municipal. De allí la comitiva partió a la Catedral, donde se ofreció una ceremonia. Luego los expedicionario fueron trasladados a su alojamiento, en la calle de la Aduana Vieja, en la casa conocida como de Los Ronderos.