La íntima realidad que hace que las cosas sean lo que son. En este sentido, es el principio intrínseco del movimiento y de las operaciones de cada ser. La naturaleza como sujeto de todo cambio es el sustrato inalterable de toda variación. Estos conceptos, derivados de Aristóteles, no coinciden exactamente con el concepto que de naturaleza se tiene en las ciencias experimentales. Estas toman como naturaleza lo que está sometido a leyes naturales, lo mensurable, no la cosa misma, sino más bien lo que permite cuantificarla.